A nuestro visón le está cambiando la cara por momentos. Se me ocurre que si no somos capaces de detener el inminente desastre deberíamos «pedir el rescate» a la Unión Europea o devolver competencias. Cualquier cosa menos seguir de perfil acompañando al moribundo.
Permanezcan atentos a sus receptores. En unas semanas conoceremos nuevos detalles sobre la tragedia.