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La paradoja del visón «ruso»
Otra reciente revisión de la situación en Rusia (Skumatov, 2017) señala que el visón europeo ha alcanzado el siglo XXI ocupando únicamente 15 de las 59 regiones en las que llegó a estar presente. Además, desde 2010 su presencia solo se habría podido confirmar en ocho de esas regiones, en las que su situación se reconoce como crítica.
El autor defiende la idea de que incluir a la especie en el «Libro rojo de la Federación Rusa» no sería beneficioso (actualmente solo se incluyen en ese listado poblaciones del Caúcaso), ya que impediría la caza comercial del visón americano en los territorios en los que coinciden ambas especies de visones, único sistema de control que se ejerce sobre la especie invasora. Un planteamiento arriesgado que se basa en la idea de que la caza no ha sido un factor decisivo en el declive del visón europeo.
About the status of the European mink (mustela lutreola) in Russia SKUMATOV 2017
Situación del visón europeo en Rusia
No abunda la información sobre el visón europeo en Rusia. Esta nota (reciente) ofrece algunos detalles sobre la situación actual.
Fragmentación, tamaño de las poblaciones desconocido (podrían ser algunos cientos o algunos miles), un centro de cría en precario con algunas decenas de animales, visón americano a tutiplén. Vaya, va a ser verdad que todo el mundo tiene un gemelo o un doble al que no conoce en algún lugar remoto. Este es el nuestro.
The current state of the European mink in Russia KISELEVA 2017
Nos hemos quedado solos
Repetid conmigo: «La distribución del visón europeo comprende cuatro núcleos: el ruso, el estonio, el que se asienta en el delta del Danubio y el sudoccidental que se extiende por territorio español y francés…» No, no, esperad un momento que miro los últimos datos… pues mira no, no son cuatro, que ya son cinco: ruso, estonio, Danubio, noreste del estuario de La Gironde y los 300 espartanos del sur de los Pirineos. Pues eso, que nos hemos quedado solos.
Imagen creada a partir de la que proporciona el siguiente documento: Steinmetz (2017)
¡Menos visones que linces!
«En Iberlince se muestran convencidos de que 2017 se cerrará con un censo por encima de los 500 ejemplares…«
Los que trabajamos con el visón europeo estamos convencidos de que en España hoy no llegamos a los 500. Pues eso, hito superado. El lince ibérico tuvo que bajar de 100 para que le hicieran caso, de lo que se deduce que al visón europeo le queda cada vez menos para tener la atención que merece ¡No hay mal que por bien no venga!
Life LUTREOLA Liberando visones europeos en el río Leitzaran (Gipuzkoa)
Primeros pasos de los trabajos de recuperación de la población de visón europeo en el río Leitzaran (Gipuzkoa). Reportaje emitido el 28 de octubre en el programa Teknopolis (EITB).
¿Cuántos visones europeos nos quedan? Segunda parte
Echando mano de las matemáticas de primaria me permito la frivolidad de especular con el tamaño de la población española de visón europeo. Para cada territorio he anotado el orden de magnitud más probable (entre interrogaciones las «dudas razonables»). Estas son las estimaciones (groseras) que a día de hoy podemos presentar a partir de los resultados expuestos en los cuatro seminarios técnicos que se han celebrado en el ámbito del proyecto Life Lutreola-Spain.
Con este mapa en la mano ¿quién podría asegurar que quedan 500 visones europeos en la población española? ¿Y 300? Hay que contarlos ya, antes de que nos sobren dedos.
¡SÍ SE PUEDE! (pero se quiere poco)
Sesenta años desde que trajimos el visón americano a España. Y apenas 30 desde que tenemos la certeza de que es un desastre el que sus poblaciones ocupen nuestros ríos. A un ritmo tal que su distribución pronto será un manchurrón que cubra la mitad norte de la península. Una invasora de manual a la que se puede hacer frente. El arma no puede ser más sencilla.
El que se quiera entretener con los detalles, los puede encontrar aquí: lifelutreolaspain.com.
El «invento» es inglés. Aparece en 2002. Tardamos diez años en reparar en su eficacia. Esta será la cuarta temporada en que se utilice en el marco del proyecto Life Lutreola-Spain, con unos resultados extraordinarios. La herramienta del «señor Reynolds» funciona. Pero algo debemos estar haciendo mal. No hemos conseguido que cunda el ejemplo ¡Y mira que lo hemos repetido veces! El visón americano se sigue extendiendo ante la pasividad de un buen número de administraciones regionales que no ven el problema o no se ven capaces de abordarlo. Este no es un problema exclusivo del visón europeo o de una región concreta. Hoy nadie duda que la diferencia entre tener o no tener visón americano en un río es más que notable ¿A qué estamos esperando? ¿Cuándo vamos a poner toda la carne en el asador?
Aburridos estamos de oír que en la lucha contra una especie invasora es primordial responder en los primeros momentos ¿A qué esperan entonces para poner plataformas en el agua los gestores de aquellos territorios en donde el visón americano es hoy aún escaso y está muy localizado? ¿Vamos a caer otra vez en la trampa de pensar que en «mi casa todavía no es un problema prioritario»? ¿No hemos aprendido nada después de tanta charla, tanto cartel y tanto librito de invasoras? Es como si ante una epidemia de ébola esperásemos a que estuviese infectado un tercio de la población para considerar siquiera incluir el asunto en la agenda.
Frente a la avispa asiática, palos de ciego e impotencia. Frente a las cotorras, bajada de pantalones ante los animalistas. Frente al visón americano, desidia y autocomplacencia ¿Dónde has dicho que son las próximas jornadas sobre invasoras?
El visón y el ombligo
Ayer tuvo lugar el Tercer Seminario Técnico del proyecto Life Lutreola Spain. Un placer, como siempre, escuchar a Tiit Maran, referente indiscutible de la conservación del visón europeo. En el repaso que hizo de la situación actual, destacó a la población del Delta del Danubio como la más importante en cuanto a tamaño, que estimó en 1.000-1.500 ejemplares. La nuestra rondaría los 500 individuos ¿Destronados? Me temo que sí.
Los números son groseros, pero queda poco margen para la duda. Ambas poblaciones tienen problemas comunes y andan sobradas de incertidumbres, pero ya no podemos decir que somos la «reserva visonera», la «última esperanza». 500 visones y bajando. Más vale que dejemos de mirarnos el ombligo, aparquemos la autocomplacencia y nos pongamos a trabajar en serio.
Primero en el ranking
Dudoso honor el que le ha tocado al visón europeo, ya que la clasificación a la que me refiero la componen las especies de mamíferos que están al borde de la desaparición en nuestro país. El respeto que inspira la emblemática figura del lince ibérico nos hacía hablar con cautela a la hora de resaltar el grado de amenaza al que se enfrentaba el visón. Está entre los más amenazados, junto con el lince – decíamos. A partir de ahora podremos afirmar sin reservas que es el visón el que lo tiene más difícil. La última revisión de la IUCN ya nos daba alguna pista al bajar la categoría de amenaza del lince y el último censo confirma que se advierte una recuperación, una tendencia al alza. Al tiempo, las últimas noticias del visón insisten en una tendencia negativa. Las jornadas técnicas que se vienen sucediendo dentro de los programas Life (Lutreola-Spain y Territorio Visón), han ido rebajando sucesivamente las expectativas, tanto en lo que se refiere a área ocupada como a efectivos.Ni que decir tiene, que hablando de especies que estimamos cuentan hoy únicamente con algunos centenares de individuos, una clasificación del tipo «a ver quien lo tiene más jodido» debería ser tachada de ridícula. El riesgo para ambas sigue siendo muy alto. Sin embargo si es pertinente destacar que una de ellas, la emblemática, cuenta con toda nuestra atención (grandes equipos, presupuesto «considerable» y presencia continua en los medios de comunicación) y el visón europeo agoniza con lo justo, sin un plan de recuperación digno de tal nombre. Hace ya unos cuantos años, en una de aquellas reuniones llenas de buenos propósitos, alguien con «mando en plaza» me preguntó: El bicho este… ¿Es emblemático? Ingenuamente dije que no. Pues poco vamos a poder hacer – fue la respuesta. ¿Qué hubiera pasado si hubiera dicho que sí? Qué sé yo…, que en Atapuerca ya los había o que Isabel La Católica tenía uno de mascota o que representa los valores imperecederos de la Iberia profunda. Tal vez habría que haber tirado desde el principio por ahí, creando un buen producto (como decía el erudito Risto Mejide). Desgraciadamente siempre nos quedará la duda.
Buscando «salidas»
La sentencia del TS sobre el RD de especies invasoras se le empieza a atragantar a más de uno. En el caso del cangrejo rojo, el fallo era contundente y el consejero de medio ambiente de la Junta de Andalucía se ha puesto ya manos a la obra: Vamos a abordar el tema con responsabilidad, respetando lo que dicen los tribunales, pero buscando una salida, si es que la hay, que esperemos que la haya – dicen que ha dicho. Llámenme malpensado, pero a mí esto de «buscar una salida» me suena a «darle la vuelta», una moratoria de 100 años o alguna mierda parecida. Al tiempo.
Mientras, la industria peletera a lo suyo. Andan ahora acabando la cubrición, tan panchos.